Generic selectors
Exact matches only
Search in title
Search in content
Post Type Selectors
Generic selectors
Exact matches only
Search in title
Search in content
Post Type Selectors

El Amor infinitamente infinito de Dios viene y nos toma

Por encima de la finitud, del espacio y del tiempo, el amor infinitamente infinito de Dios viene y nos toma. Llega justo a su hora. Tenemos la posibilidad de aceptarlo o rechazarlo. Si permanecemos sordos, volverá una y otra vez como un mendigo, pero también como un mendigo llegará el día en que ya no vuelva. Si aceptamos, Dios depositará en nosotros una semillita y se irá. A partir de ese momento, Dios no tiene que hacer nada más, ni tampoco nosotros, sino esperar. Pero sin lamentarnos del consentimiento dado, del “sí” nupcial. Esto no es tan fácil como parece, pues el crecimiento de la semilla en nosotros es doloroso. Además, por el hecho mismo de aceptarlo, no podemos dejar de destruir lo que le molesta; tenemos que arrancar las malas hierbas, cortar la grama. Y, desgraciadamente, esta grama forma parte de nuestra propia carne, de modo que esos cuidados de jardinero son una operación cruenta. Sin embargo, en cualquier caso la semilla crece sola. Llega un día en que el alma pertenece a Dios, en que no solamente da su consentimiento al amor, sino en que, de forma verdadera y afectiva, ama. Debe entonces, a su vez, atravesar el universo para llegar hasta Dios. El alma no ama como una criatura, con amor creado. El amor que hay en ella es divino, increado, pues es el amor de Dios hacia Dios que pasa por ella. Sólo Dios es capaz de amar a Dios. Lo único que nosotros podemos hacer es renunciar a nuestros propios sentimientos para dejar paso a ese amor en nuestra alma. Esto significa negarse a sí mismo. Sólo para este consentimiento hemos sido creados.

(S. Weil, A la espera de Dios, Madrid 1993, 84).

 

Comenta lo que piensas...

Deixe um comentário

O seu endereço de e-mail não será publicado. Campos obrigatórios são marcados com *

Ver Más

Posts Relacionados

No tentarás al Señor, tu Dios

No tentarás al Señor, tu Dios

El Evangelio de este domingo nos cuenta como Jesucristo, habiendo ayunado 40 días y 40 noches, en el desierto, fue tentado por el demonio.Al principio, el tentador se acercó a

El Amor infinitamente infinito de Dios                 viene y nos toma

El Amor infinitamente infinito de Dios viene y nos toma

Por encima de la finitud, del espacio y del tiempo, el amor infinitamente infinito de Dios viene y nos toma. Llega justo a su hora. Tenemos la posibilidad de aceptarlo

Caminemos juntos en la esperanza

Caminemos juntos en la esperanza

"Con el signo penitencial de las cenizas en la cabeza, iniciamos la peregrinación anual de la santa cuaresma, en la fe y en la esperanza. La Iglesia, madre y maestra,

Mi centralidad

Mi centralidad

Crecí en un ambiente culturalmente enriquecido. Recibí una formación intelectual, literaria y musical adecuada al prestigio de mi familia. Gracias a la actividad gráfica de mis padres, no faltaron libros

La ventana de los corazones

La ventana de los corazones

Para quien entra en la Iglesia de la Casa Madre de las Hermanas de los Pobres, en Bérgamo, en Italia, es imposible no ver una ventana con una forma de

Teresa Gabrieli

Teresa Gabrieli

Teresa Gabrieli Teresa Gabrieli nació en Bérgamo el 13 de septiembre de 1837. A diferencia de Luis Palazzolo, Teresa proviene de una humilde familia de hortolanos y gracias a grandes