Para quien entra en la Iglesia de la Casa Madre de las Hermanas de los Pobres, en Bérgamo, en Italia, es imposible no ver una ventana con una forma de Corazón, en la pared de la puerta principal.
Fue el mismo San Luis Palazzolo quien quiso dar un espacio importante a este símbolo.
El Sagrado Corazón de Jesús y de María es un punto central en la espiritualidad de las Hermanas de los Pobres.
San Luis Palazzolo escribió a las Hermanas: “Hijas mías, las pongo en los Corazones de Jesús y de María y quisiera cerrar con llave, para que puedan respirar, comer y beber humildad y así crecer humildes. En otra ocasión llamó al Corazón de Jesús “cuarto afortunado,” donde reposaba y encontraba a las personas que amaba en el amor de Jesús.
Entrar en la Iglesia de la Casa Madre, donde nació la Familia Religiosa de las Hermanas de los Pobres, encontrar esta ventana/corazón es sumergirse en el océano del Amor misericordioso y tierno del Padre, es involucrarse en la ternura de la caridad con la que san Luis Palazzolo amaba y servía a los hermanos más necesitados de su tiempo.
También para ti, que contemplas este Corazón, está clara la invitación a vivir en el Corazón de Jesús y de María.
El corazón es el camino para encontrar la salvación que Jesús nos ha dado con su vida, muerte y resurrección.
Tu corazón es el lugar donde encontrar este “AMOR infinitamente Amable” y aprender de él a Amar y servir a los hermanos más necesitados.
No tengas miedo de AMAR y SERVIR, como hizo Jesús y como nos enseña San Luis Palazzolo.
Hermana Ritafranca Vezzoli
Misionera en Brasil